miércoles, 3 de noviembre de 2010

Imac Viviana Martinez Murillo GRP:15 (Trabajo autónomo semana 12)

El Abuso de Autoridad.

Una sociedad no puede desconocer la dignidad de cada persona. Podrá hablarse de éxito económico de crecimiento o de cualquier proceso relativamente eficiente en lo económico y aún en cifras de evolución social. Pero, no podrá hablarse de desarrollo humano si se margina, tortura, maltrata, discrimina a la persona humana. En este ensayo se pretende resaltar y dar a conocer algunas violaciones a los derechos humanos en las que son víctimas personas inocentes, por parte de aquellos agentes policiales que sin piedad abusa del cargo. Todavía parece subsistir una barrera que impide eliminar en forma radical los diarios atentados contra la dignidad e integridad de mujeres, niños, niñas y hombres.
El enfoque que tiene éste trabajo es con respecto a la realidad de la autoridad policial. No es fantasioso, imaginario, son experiencias vividas día a día debido a la cercanía con el pueblo, con la policía nacional. Quiero resaltar que estos temas son el pan diario de los medios de comunicación (radio, televisión, periódicos). He tratado de abarcar muchos ámbitos relacionados con los derechos humanos criticar y dar posibles soluciones a mi modesto entender.

En esta sociedad en la que vivimos se violan la mayoría de los derechos que nuestra constitución establece como prioritarios para los ciudadanos. Se vulnera el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal, a la libertad de culto, al debido proceso, el derecho a escoger el tipo de educación para las nuevas generaciones, los derechos de propiedad y los derechos electorales. Hasta se castigan presuntos delitos de opinión. Todo ello constituye, sin duda alguna, abuso de poder.

Un abuso consiste en el uso excesivo, injusto, indebido o impropio de algo o de alguien, por su parte, es el poder, la potestad y la facultad de aquel que gobierna o que ejerce el mando. De esta manera, podemos decir que el abuso de autoridad tiene lugar cuando un superior o dirigente se excede en el ejercicio de sus atribuciones frente a un subordinado o dependiente. Como resultado no afecta a un solo individuo busca aplastar a todo aquel que se valore como más débil. Este abuso de poder se puede transmitir en cascada, desde la más alta jerarquía hasta el directivo intermedio. El abuso de poder aparece a menudo disfrazado de otra cosa, se habla de autonomía, de actividades cooperativas, democracia participativa y protagónica, de respeto y potenciación del espíritu de iniciativa; pero tras ello se encuentra la exigencia del sometimiento y de la ciega obediencia.




No hay comentarios:

Publicar un comentario