Método de lectura:
1. Pre-lectura
Objetivo:
Informarme.
Tipo de texto:
Argumentativo.
Tipo de lectura:
Especifica.
Aprendiendo a golpes
Dos recientes investigaciones han ratificado las preocupantes dimensiones de uno de los más serios problemas de la educación en Colombia: la violencia escolar. Un estudio de la Fundación Plan en 84 planteles de las costas Atlántica y Pacífica -así como un informe de la Secretaría de Educación de Bogotá- muestra que para una mayoría de los niños asistir al colegio, público o privado, se ha convertido en una tortura.
En los 20 municipios costeros analizados, siete de cada 10 menores de 13 años reportaron agresiones mientras estudiaban. Golpizas, burlas, robos y hasta discriminación racial son frecuentes para uno de cada cuatro niños. En el caso de la capital de la República, las autoridades educativas registraron, durante el 2009, 42.097 actos de violencia escolar únicamente en establecimientos públicos. Esto quiere decir que cada día de clase en los colegios distritales de Bogotá se presenta un centenar de situaciones de este tipo. Literalmente, la agresión entre los estudiantes es pan de cada día.
Este fenómeno no es nuevo: una investigación del gobierno de Bogotá hecha en el 2006 reportaba que a un 52 por ciento de los jóvenes escolares de la capital lo habían robado. La masificación de los avances tecnológicos también contribuye a una versión electrónica de matoneo. Unas 435 denuncias de este ciberacoso fueron interpuestas ante el Grupo de Delitos Informáticos de la Policía en el primer semestre del año pasado. Mientras más tiempo pase sin atender a fondo estas problemáticas, aumenta el riesgo para la sociedad colombiana de criar una generación entera de abusadores y víctimas de estos.
Las estrategias a corto plazo deben orientarse a identificar las víctimas del acoso, frenar a los matones y romper los círculos viciosos del abuso. A los maestros y rectores les corresponde tanto el diseño de políticas internas en cada colegio como su aplicación en el salón de clase. Pasar los manuales de convivencia de la letra a la realidad no basta: la actitud de los profesores, al tolerar o hacer caso omiso del maltrato, envía un mensaje de aprobación al abusador. Los menores necesitan ganar la confianza suficiente de las autoridades escolares como para quebrar el silencio y atreverse a denunciar. Asimismo, el entorno escolar debe promover escenarios de integración y de lucha contra la discriminación. Que los mejores estudiantes, los niños con discapacidad y de minorías étnicas y religiosas sean las típicas víctimas del matoneo habla de la poca capacidad de respeto y valoración de la diferencia que las escuelas colombianas están enseñando.
2. Lectura
1. Supresión: Se suprime la información que no es necesaria para interpretar lo que sigue en el texto.
2. Selección: Se selecciona la información relevante dentro del sentido global del discurso.
3. Generalización: Se abstraen las características particulares de una serie de objetos, lugares o personas, extrayendo lo que es común.
4. Integración: Se funden en uno dos conceptos constitutivos; el concepto que resume la secuencia no necesariamente tiene que estar presente en el texto.
1. PARRAFO: Dos recientes investigaciones han ratificado las preocupantes dimensiones de uno de los más serios problemas de la educación en Colombia: la violencia escolar. Un estudio de la Fundación Plan en 84 planteles de las costas Atlántica y Pacífica -así como un informe de la Secretaría de Educación de Bogotá- muestra que para una mayoría de los niños asistir al colegio, público o privado, se ha convertido en una tortura.
2. PARRAFO: En los 20 municipios costeros analizados, siete de cada 10 menores de 13 años reportaron agresiones mientras estudiaban. Golpizas, burlas, robos y hasta discriminación racial son frecuentes para uno de cada cuatro niños. En el caso de la capital de la República, las autoridades educativas registraron, durante el 2009, 42.097 actos de violencia escolar únicamente en establecimientos públicos. Esto quiere decir que cada día de clase en los colegios distritales de Bogotá se presenta un centenar de situaciones de este tipo. Literalmente, la agresión entre los estudiantes es pan de cada día.
3. PARRAFO: Este fenómeno no es nuevo: una investigación del gobierno de Bogotá hecha en el 2006 reportaba que a un 52 por ciento de los jóvenes escolares de la capital lo habían robado. La masificación de los avances tecnológicos también contribuye a una versión electrónica de matoneo. Unas 435 denuncias de este ciber acoso fueron interpuestas ante el Grupo de Delitos Informáticos de la Policía en el primer semestre del año pasado. Mientras más tiempo pase sin atender a fondo estas problemáticas, aumenta el riesgo para la sociedad colombiana de criar una generación entera de abusadores y víctimas de estos.
4. PARRAFO: Las estrategias a corto plazo deben orientarse a identificar las víctimas del acoso, frenar a los matones y romper los círculos viciosos del abuso. A los maestros y rectores les corresponde tanto el diseño de políticas internas en cada colegio como su aplicación en el salón de clase. Pasar los manuales de convivencia de la letra a la realidad no basta: la actitud de los profesores, al tolerar o hacer caso omiso del maltrato, envía un mensaje de aprobación al abusador. Los menores necesitan ganar la confianza suficiente de las autoridades escolares como para quebrar el silencio y atreverse a denunciar. Asimismo, el entorno escolar debe promover escenarios de integración y de lucha contra la discriminación. Que los mejores estudiantes, los niños con discapacidad y de minorías étnicas y religiosas sean las típicas víctimas del matoneo habla de la poca capacidad de respeto y valoración de la diferencia que las escuelas colombianas están enseñando.
1. recientes investigaciones han ratificado uno de los problemas de la educación en Colombia: la violencia escolar. Un estudio de la Fundación Plan en 84 planteles así como un informe de la Secretaría de Educación muestra que para una mayoría de los niños asistir al colegio, público o privado, se ha convertido en una tortura.
2. En los 20 municipios costeros analizados, siete de cada 10 menores de 13 años reportaron agresiones mientras estudiaban. En el caso de la capital, las autoridades educativas registraron, actos de violencia escolar únicamente en establecimientos públicos. Literalmente, la agresión entre los estudiantes es pan de cada día.
3. una investigación del gobierno reportaba que un 52 por ciento de los jóvenes de la capital lo habían robado. Unas 435 denuncias de este ciber acoso fueron interpuestas ante la Policía en el primer semestre del año pasado. Mientras más tiempo pase sin atender estas problemáticas, aumenta para la sociedad colombiana una generación de abusadores y víctimas de estos.
4. Las estrategias a corto plazo deben orientarse a las víctimas y romper los círculos viciosos del abuso. A los maestros y rectores les corresponde el diseño de políticas internas como su aplicación en clase. Pasar los manuales de convivencia de la letra a la realidad la actitud de los profesores, al tolerar o hacer caso omiso del maltrato, envía un mensaje de aprobación al abusador. Los menores necesitan ganar la confianza de las autoridades como atreverse a denunciar, el entorno escolar debe promover escenarios de integración contra la discriminación. Que los mejores estudiantes, los niños con discapacidad y de minorías étnicas y religiosas sean las típicas víctimas habla de la poca capacidad de respeto y valoración de la diferencia.
Aprendiendo a golpes.
Recientes investigaciones han ratificado uno de los problemas de la educación en Colombia un estudio de la Fundación Plan en 84 planteles así como un informe de la Secretaría de Educación muestra que para una mayoría de los niños asistir al colegio, público o privado, se ha convertido en una tortura.
En los 20 municipios costeros analizados, siete de cada 10 menores de 13 años reportaron agresiones mientras estudiaban. En el caso de la capital, las autoridades educativas registraron, actos de violencia escolar únicamente en establecimientos públicos. Literalmente, la agresión entre los estudiantes es pan de cada día.
Una investigación del gobierno reportaba que un 52 por ciento de los jóvenes de la capital lo habían robado. Unas 435 denuncias de este ciber acoso fueron interpuestas ante la Policía en el primer semestre del año pasado.
Las estrategias a corto plazo deben orientarse a las víctimas y romper los círculos viciosos del abuso. A los maestros y rectores les corresponde el diseño de políticas internas como su aplicación en clase. Pasar los manuales de convivencia de la letra a la realidad la actitud de los profesores, al tolerar o hacer caso omiso del maltrato, envía un mensaje de aprobación al abusador. Los menores necesitan ganar la confianza de las autoridades como atreverse a denunciar, el entorno escolar debe promover escenarios de integración contra la discriminación. Que los mejores estudiantes, los niños con discapacidad y de minorías étnicas y religiosas sean las típicas víctimas habla de la poca capacidad de respeto y valoración de la diferencia.
¿El proceso de comprensión es más efectivo cuando lo realizamos de manera inconsciente o consiente?
Para mi modo de ver el proceso de comprensión más efectivo es el consiente, debido que tomamos un orden y una organización para las ideas, además entendemos mejor lo que estamos leyendo y así se nos va a quedar claro lo que el autor nos quiere expresar ya sea para entretenerme, para informarme o para modificar mi opinión.
QUE INTERESANTE QUE HAYAS PUBLICADO ESE ARTICULO PORQUE TU NIVEL DE APREDIZAJE ES BASTANTE BUENO Y ESTAS ADOPTANDO UN HABITO DE LECTURA BIEN,SIGUE ASI Y QUE CADA VEZ MEJORES MAS EN TU NIVEL DE LECTURA
ResponderEliminar